ACREDITACION UNIVERSITARIA
El funcionamiento de institutos de educación superior tiene que subordinarse a la comprobación de planes de estudio sólidos y de las condiciones de laboratorios, bibliotecas y otros servicios básicos, pero sobre todo a la idoneidad de los docentes, el personal directivo y de administración.
La laxitud del sistema legal, que ha permitido la proliferación de ofertas universitarias exige, como una garantía de los niveles mínimos de calidad de la enseñanza superior, adoptar el sistema de acreditación creado por la legislación vigente, pero que nadie parece interesado en aplicarla.
Utilizada con rigor técnico e independencia, un sistema nacional de acreditación puede servir, además, como instrumento para mejorar la calidad de la enseñanza universitaria, de tan dispares resultados en el país.